CÓMO HACER EL VERMUT PERFECTO EN CASA

L os vermuts en las terrazas de los bares han vuelto, ¡cómo los echábamos de menos! Desde que empezó la pandemia nos hemos acostumbrado a hacer muchas cosas en casa adaptando, y muchas veces mejorado, costumbres que habitualmente hacíamos en los bares, una de ellas es el vermut, que en casa puede ser igual o, a veces, mejor que el que te sirven en un bar.

Sugerencias para hacer el vermut perfecto en casa

El vermut ¿blanco o rojo?

Todos se hacen a partir de vino blanco al que se añade azúcar, alcohol y se maceran hierbas aromáticas que cada elaborador mantiene en el más estricto secreto. En el rojo habitualmente resalta el ajenjo, por eso es algo más amargo y en el blanco predominan los cítricos que lo hace más suave. Por norma general el rojo es más dulce y el blanco es algo más seco. Pon una botella de cada y vais probando.

¿Rodaja de naranja, de limón o, qué le pongo?

Para potenciar el sabor original del vermut, al rojo le va bien una piel de naranja o de limón que le aporta notas amargas, y al blanco lo que le va de muerte es una aceituna sinhueso pinchada en un palillo y si, además, está rellena de almendra ¡ya es la perfección! (rellena de anchoa ¡nunca!)

¿Le van bien las burbujas?

Hace años el vermut siempre se tomaba en los bares con sifón, nada de tónicas ni gaseosas. El sifón le aporta un punto chispeante que cosquillea la nariz y hace que la bebida se rebaje sus 17o de alcohol y sea un poco más suave sin perder sabor. Yo siempre tengo sifón fresquito en la nevera y cuando lo saco, a todo el mundo le gusta darle al gatillo echándolo en el vaso. Es como si nos trajera recuerdos de otra época, ¿a ti no te pasa?

¿La botella en la nevera o le pongo un hielo?

El vermut siempre se sirve frio y lo mejor es tener la botella en la nevera tres horas antes de servirlo, consiguiendo que la bebida no pierda matices, no obstante siempre se le puede poner hielo en el vaso para enfriarlo, eso si, no hay que dejar que se derrita el hielo aguando el vermut. Lo mejor es servir poca cantidad de vermut y un cubito, moverlo suavemente y beberlo lo antes posible, dejando el cubito lo más entero posible después de cumplir con su misión de enfriar. Pero, cada cual a lo suyo y si quieres dejarlo deshacer, ¡no te prives!

Eso sí, a diferencia de la botella de vodka, a la que le va muy bien estar en el congelador, con el vermut nunca lo hagas ya que se convertiría en algo insípido.

¿Con qué acompaño el vermut?

Patatas chip y aceitunas, tanto monta, monta tanto. No hay vermut que se precie sin ellas. Hoy podemos encontrar en cualquier comercio patatas chip con muchas variables pero,
para mí, el Everest son la patatas de churrero, esas que se cortan y fríen a diario con ese toque manual y artesano que hace que sean inigualables. Si cerca de tu casa hay una churrería, ve y píllate unas buenas patatas, no te arrepentirás. Y la otra pata de este banco son las aceitunas: verdes o negras, con hueso o sin él, partidas, aliñadas, sevillanas o arbequinas…, todas !todas están deliciosas! Eso sí, si te gustan rellenas de anchoa, que sean de anchoa, no de pasta de anchoa, que son más baratas pero no molan.