ESCAPADAS RELAX ¡NOS VAMOS DE SPA!

Comparte con
otros Canallas

Todos los años por estas fechas organizo una escapada a un spa o balneario para darle la bienvenida al otoño como se merece. Las vacaciones de verano me dejan agotada (es lo que tiene viajar en familia, jejejeje) y la vuelta al curro hace que los meses de septiembre y octubre se me hagan eternos, así que este cambio de aires me viene de cine para coger impulso. Es ponerme un par de días a remojo y vuelvo como nueva. ¡Dispuesta a continuar con mi frenético ritmo diario!

Cómo prepararse para ir a un spa

Como imaginaréis, los días previos a mi escapada acuática estoy emocionada. Lo que no me emociona tanto es el momento de la maleta. Me flipa viajar, pero preparar la maleta me saca de quicio. Mira que tengo una pila de años, pero creo que a mi edad todavía no he conseguido hacer un solo equipaje en condiciones. La mayoría de las veces termino llevándome más cosas de la cuenta y, curiosamente, siempre me falta algo. ¡Qué cruz! Uno o dos días antes de partir al balneario comienzo a preguntarme qué llevarme, porque no os vayáis a pensar que yo voy a ir de cualquier manera. En realidad sí, pero intento preparar estas salidas con mucho mimo y pensar con antelación qué es mejor ponerse en un spa. Bueno, qué ponerse o qué no ponerse, que en estos sitios se necesita más bien poca ropa…

¡Cuidado con los bikinis en el spa!

Pero claro, aquí puede surgir un dilema: ¿es mejor ir en bañador o en bikini a un spa?  Pues qué queréis que os diga, yo creo que cada uno puede (y debe) ponerse lo que le venga en gana, pero mucho ojo… Sí, amigas, es posible que tengáis un cuerpo de escándalo y queráis lucir palmito, pero mucho “cuidadín” con llevar un minúsculo bikini que los chorritos de los spas los carga el diablo. No es que yo sea muy pudorosa (lo que se van a comer los gusanos, que lo disfruten los humanos, que decía mi abuela…), pero no hay que esforzarse demasiado para acabar con una teta fuera (o las dos) tras ponerse bajo un chorro descontracturante.

Que sales tú toda digna de la piscina (bueno, con la poca dignidad que se puede tener con el gorrito que nos obligan a ponernos) y te das cuenta de que todas las miradas se posan en ti. Que no, Mari, que no has ligado… 

Lo más posible es que te estén observando con cara de “a ver cómo le digo yo a esta pobre mujer que se le ha extraviado un pezón”. ¡Menuda estampa!

Esther G. Valero

La eterna pregunta: el masaje, ¿antes o después del spa?

Otro tema que me suele rondar por la cabeza cada vez que visito un Balneario es el de cuál es la mejor hora para reservar un masaje en un spa: antes o después de ponerse a remojo.  En realidad yo creo que es una cuestión de gustos, sin más. Ahora bien, lo que sí es de vital importancia es que elijáis bien el momento del día. Por experiencia, os recomiendo que evitéis agendar el “momento masaje” nada más comer. Probablemente tengáis que colocaros boca abajo u os manipulen la zona abdominal. Nuestros padres se han pasado toda nuestra infancia contándonos la milonga de lo importante que era hacer la digestión antes de bañarse para evitar cortes de digestión, pero obviaron contarnos lo más importante. ¡Si te masajean la zona del abdomen recién comido, puede que se te escape alguna flatulencia! Y os garantizo que un pedo en una camilla de masaje puede hacértelas pasar canutas. ¡Qué vergüenza!

Momentos de tensión en un spa

Además, no os vayáis a pensar que todo es relax y paz en un spa. Noooooo. ¿Qué me decís del tanga de papel transparente que te obligan a ponerte a la hora del masaje? Poco se habla de ese momento…  Que digo yo que se las podían ahorrar. Sería mucho más  económico estar en pelotas, porque eso deja poco (por no decir nada) a la imaginación. Se te quedan tus partes bien fresquitas. Dicen que te las dan por higiene, ¿pero qué higiene? ¿Qué leches tapa eso? Y, no es por nada, las mujeres tenemos un pase, ¡pero los hombres! ¿Dónde meten estos pobres sus “vergüenzas”?. Es imposible mantener todo dentro de ese escaso cacho de tela/papel. ¡Menuda tensión escrotal! jajajajajaja. 

En fin, está claro que ir de spa es toda una aventura, pero al margen de estos problemillas (del primer mundo), estas  escapadas acuáticas no tienen precio. ¿Te apuntas al plan?

esther-valero-redondo-150px

Autora
ESTHER G. VALERO

Periodista vocacional con bastante facilidad para enrollarme. No hay media maratón que se me resista y nunca digo que no a un plan con amig@s o una buena copa de vino. Canalla a mucha honra, escribiendo sin filtros. (+ info)

#MeVaLaMarcha #Irónica

esther-valero-redondo (1)

Autora
ESTHER G. VALERO

Periodista vocacional con bastante facilidad para enrollarme. No hay media maratón que se me resista y nunca digo que no a un plan con amig@s o una buena copa de vino. Canalla a mucha honra, escribiendo sin filtros. (+ info)

#MeVaLaMarcha #Irónica



SEGUIR LEYENDO..